La sociedad mayoritariamente
busca el camino fácil del no querer ver, escuchar, ni hablar sobre los abusos sexuales a
seres humanos en estado de vulnerabilidad. Menos aún sobre el tema de los
abusos sexuales a niñas y niños dentro y fuera de las familias. No se ve que esa decisión
individual y voluntaria del no querer saber de millones de personas conforma la OPINION PUBLICA facilitadora a las máscaras sociales y la impunidad de los agresores y se convierte en COMPLICIDAD. Es la hipocresía del “no se” que es un “no quiero saber”.
Por otro lado, muy lenta y dificultosamente, sigue su
movimiento la rueda que impulsan las víctimas, los sobrevivientes y todas aquellas personas
que si queremos saber de los abusos sexuales a niñas, niños, adolescentes,
mujeres y seres humanos en estado de vulnerabilidad, para que esto cambie. Estos
delitos nos confrontan con lo peor de nuestra condición humana y no puede haber
evolución si no se comienza por saber de esta realidad donde no existe “enfermedad” sino voluntad y maldad.
1º de diciembre de 2016.- Graciela Dora Jofré.*
*Jueza de Paz Letrada de Villa Gesell. Buenos Aires. Argentina.
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