“Asi es como los niños deletrean la
palabra AMOR:
T-I-E-M-P-O”
Anthony Witham (“ABC’s of parenting)
La
sociedad crea mitos para no saber de los abusos sexuales a niños/as, y
especialmente de padres a hijos/as. Uno
de esos mitos es que los niños/as mienten en sus relatos sobre los abusos sexuales;
fantasean sobre su existencia o es producto de un “llenado de cabeza” de un
adulto afectivo cercano. Los niños/s no sostienen mentiras, su mirada, sus
gestos y sus conductas los exponen. La máscara para la mentira es creación de
los adultos. El niño/a no sabe todavía mentir, y no sabe de sexo, sus palabras son dictadas por la ingenuidad y
confusión de sus sentimientos. El otro mito es que la condición biológica de ser
padres asegura el amor a los hijos/as y
que el adulto cuida, respeta y protege al niño/a por ser su hijo/a. Engendrar un hijo/a no crea el vínculo paterno/materno-filial
sino que se genera a partir del amor, de una conducta de ternura, respeto y
cuidado a ese hijo/a. El incesto paterno/materno- filial destruye la esencia
del vínculo. Son mitos sociales vigentes en el Sistema de Justicia, premisas
falsas que permiten seguir sosteniendo el ejercicio omnipotente del poder de
adultos sobre los niños/as dentro de la familia. Niños/as aislados de toda protección
frente a delitos ocultos dentro de los muros familiares. Niños/as invisibles,
mudos, vulnerados por al abuso sexual o el maltrato de sus padres.
El sistema de justicia está cuestionado por la
opinión pública por la morosidad de sus tiempos, su lentitud burocrática, sin
embargo no concibe en sus prácticas dar tiempo para los niños/as. De manera
paradojal cuando hay denuncia de abusos sexuales a un niño/a no se otorga al niño/a el tiempo necesario
para averiguar la verdad, para indagar porque rechaza a uno de sus padres,
porque no habla. Tiempo que ese niño/a necesita para poder expresar lo
vivido, lo que siente, sin presionar su voluntad. Escucharlo/a no debe ser un
acto burocrático mas donde se pretenda en una sola audiencia que el niño/a
pueda expresar lo que realmente siente o sufre, ante personas no capacitadas y
empáticas, en ambientes no apropiados, entre extraños apurados para que “hable”
y con la sospecha en su contra. Tiempo
que la Justicia debe darle a los niños/as, para la búsqueda de una verdad que
en sus vidas será esencial frente al más atroz de los delitos. Niñas y niños
dependen del cuidado amoroso de los adultos y confían en ellos; se entregan al
adulto que los cuida. Los niños/as esperan de los adultos, confían y necesitan
de los adultos. La balanza de la justicia debe dar peso a los niños/as víctimas de abusos sexuales . Una búsqueda de
la verdad en la Justicia que marcara la existencia futura de ese niño/a. Hacia
esa dirección se debe avanzar, hacia ellos, los niños/as y sus tiempos. A modo
de conclusión cito este pensamiento:
“Cada niña, cada niño,
que se supo escuchado/a, que se sintió/a protegido/a y respetado/a en un
proceso judicial, que vio la sanción sobre aquel que lo/la agredió con
violencia o abuso sexual será un futuro adulto que creerá en la Justicia. Y en
cada una de esas niñas y niños daremos un paso mas de esperanza hacia un futuro
de credibilidad social en la Justicia.” (Jofre, (2016) Niñas y niños en la Justicia. Abuso sexual
en la infancia, Ed.Maipue pg. 75)
[1] Jueza
a cargo del Juzgado de Paz Letrado de Villa Gesell, Provincia de Buenos
Aires, Argentina desde el año 1996, abogada recibida en la Universidad Nacional
de La Plata, Buenos Aires ( 1974-1978) . Autora del libro “Niños y
niñas en la justicia. Abuso sexual en la infancia. Buenos Aires (2016)
Ed.Maipue; de diversos artículos publicados en Editoriales
Jurídicas La Ley y Abeledo Perrot; y de resoluciones judiciales que contemplan
la efectiva aplicación de Derechos Humanos de niñas y niños en los procesos
judiciales de Familia.
publicado en pagina https://www.facebook.com/notes/asi-basta/abuso-sexual-en-la-infancia-los-tiempos-de-la-justicia-para-los-ni%C3%B1osas/1629736287086743/
Paraná. Entre Ríos. Argentina.
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