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viernes, 7 de agosto de 2015

VIOLENCIA VICARIA-

 Por Sonia Vaccaro[1]
 El diccionario define vicario como adjetivo:
Extraído del Diario digital Femenino. : http://www.diariofemenino.com.ar/violencia-vicaria/

En el sistema patriarcal, en su expresión más radical: el machismo, la violencia contra las mujeres, cobra la forma de desplazarse a todo aquello (o aquellos) a lo que esa mujer quiera, esté apegada o sienta cariño.  Por este desplazamiento, el hombre expresa su odio dañando a sus mascotas, rompiendo sus libros, su ropa de trabajo (siempre recuerdo a una bailarina clásica a quien su pareja cortó en mil pedazos sus zapatillas y su traje de baile), sus objetos más preciados. Dañando su imagen, desfigurando su rostro, desprestigiando su “buen nombre y honor”(como se describe en el texto de la ley) publicando anuncios eróticos con su número de teléfono, rayando su coche y mil etc. más.

Pero ¿qué factores hacen desplazar todo esto a los hijos y las hijas? ¿Qué mecanismo opera en un individuo que asesina a sus hijas/os y luego “finge” querer suicidarse (aunque a veces lo logra)?

Precisamente, esta es la prueba irrefutable que para ese individuo, esos no son sus hijas/os y no les considera personas, por el contrario,  ellos/as son un objeto más para manipular, controlar y continuar maltratando e hiriendo a esa mujer.
Para su felicidad, la justicia lo acompaña. Esa persona[1] sabe que no tiene derechos sobre su esposa/pareja, pero sí sabe que conserva (y conservará hasta la mayoría de edad) poder y derechos sobre las hijas y los hijos. Por lo mismo, los transforma en objetos para continuar el maltrato y la violencia. Sabe que esa mujer será capaz de callar, tolerar, ceder y seguir aguantando muchas cosas sólo por sus hijos e hijas. Sabe que la amenaza más efectiva (que siempre está presente en todos los casos de maltrato) es: te quitaré a los/as niños/as!…entonces ella no se divorciará, no denunciará, no pedirá la mitad de los bienes y hasta entregará su parte del patrimonio con tal que él le deje ejercer la custodia y el cuidado de sus hijas/os (tal como lo hizo siempre, sola)
Este individuo sabe que además, la justicia androcéntrica y adultocéntrica, hará prevalecer los derechos de El Padre, por encima de cualquier otro interés, incluso a veces, llegando a interpretar de modo perverso, que el “interés superior del menor”, consiste en estar obligadamente con ese padre, en cumplir los deseos de ese hombre que se dice padre y hombre, pero que no es ni una cosa ni otra.
Creo que es hora de revisar la hermenéutica de las leyes, su interpretación y tratamiento a la luz de pensamientos sin misoginia ni androcentrismo. Es hora de comprender que un ser violento, que maltrata a su pareja, que es capaz de ensañarse con seres vulnerables que él considera de “su propiedad”,jamás dejará su violencia ni la clasificará en “con esta si y con esta no”.
Ser violento es algo más que una conducta: es un pensamiento, es una identidad, es una creencia que inunda todas las áreas de la vida de quien Es violento. No existe “con los niños no”, por el contrario, los niños y las niñas, aquellos sobre los que sabe que tiene poder, serán objetos para ejercer su violencia. Él sabe que son su arma más poderosa, que además la ley lo ampara (¿qué es si no la custodia compartida impuesta?) y con la complicidad de muchos jueces y juezas, continuará maltratando. Cuando los asesina disponiendo de sus vidas como si fuesen su propiedad privada, sabe que le asesta el golpe más fuerte a esa mujer, la madre. Un golpe del que nunca se recuperará.



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